Los daños de
los buenos y de los malos
puesta il
24 de noviembre 2008
¿Quién
hace más daño? Un bueno o un malo? Ciertamente los buenos hacen más
daño; los daños son daños incluso si la motivación por la que se han
cometido es benévola.
El
bueno, en general, acoge bajo sus protectoras alas de gallina a
personas que, habiendo optado en su vida por el rol de víctimas, están
solo dispuestos a succionar y nada hacen por salir de su deprimente
situación.
Se
trata de un estado emocional vinculado a otro estado emocional; esta
condición tiene incluso otro nombre: esclavitud.
El malo te advierte rápido y lo alejas, el bueno no, ya que responde
fácilmente a las emociones humanas que disfraza el verdadero bien
absoluto, aquel del divino que nosotros somos.
En el servicio ¿POR QUÉ LOS ESPIRITUALES NO ALCANZAN SUS OBJETIVOS? he
dicho:
El bien y mal son dos polaridades de este tipo de universo
dual y ambos pertenecen a la llamada oscuridad. La luz divina, que es
opuesta a la oscuridad, no es el bien como lo que se entiende en cuanto
a emoción humana. El bien humano tiene necesidad del mal para nutrirse
a sí mismo y viceversa para el mal.
Por este motivo, existen tres tipos de personas: personas para bien,
personas para el mal y un tercer tipo de personas que, en el citado
servicio, defino "comunes"; estas son los que realmente viven en la
verdadera luz y son prácticamente una rareza.
Las acciones de los buenos y de los malos son un problema de
aberración; el bueno comete errores, no sabiendo que los hace
(comportamiento luciferino: intenta llevar luz), mientras el
malo puede ser más o menos conscientemente destructivo (comportamiento
diabólico).
El buenismo es el producto de los sentidos de culpa y, ya que los
buenos están en mayor número que los malos, el motivo por el que el
mundo ha fracasado se encuentra en que la dramática situación en la que
se desenvuelve es responsabilidad de los buenos que,
creyendo aportar luz, han destruido todo.
El amor de madre, por muy honorables que puedan ser las intenciones, en
la mayor parte de los casos está destinado solo a obtener una
satisfacción emocional momentánea. En realidad, a menudo es una
respuesta emocional a un estímulo del ambiente. En estas condiciones,
el individuo no experimenta un origen auto-determinado del BIEN, sino
que "estalla" en él la necesidad de hacer algo por los demás cuando hay
condiciones ambientales que lo incitan, en modo compulsivo, a realizar
un acto de servicio. Es por este motivo, asi como se dice en la
enseñanza EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL SERVICIO que no se trata de
verdadero servicio sino, una vez más, de emoción.
Los pacifistas que quieren la paz a toda costa, se comportan así ya que
están llenos de sensaciones de culpa y no logran enfrentar el
sufrimiento. Es también gracias a ellos que el mundo es el desastre que
es hoy.
En este
universo no puede existir una carga por sí sola, ya sea positiva o
negativa. Siempre que tenemos una carga positiva, debemos tener por
fuerza una carga negativa correspondiente. Sólo las acciones de amor no
crean cargas.
El bien y el mal son como dos vasos comunicantes: cada vez que se llena
uno, el otro automáticamente, va en equilibrio,
debe ir en equilibrio.
Esto significa que cada vez que se asume el papel de víctima, o de
socorristas a la Don Quijote, o el de verdugos, o tal como
sucede en los necios cursos emocionales pseudo-espirituales, cada vez
que se abraza a alguien presa de una emoción de
buenismo y no por verdadero afecto, lo digo todo el tiempo, están
llenando también el otro vaso del sistema comunicante; en palabras tan
simples y en hechos prácticos, cada vez que "son buenos"
contemporáneamente están creando "el mal" desde otra parte del mundo.
Si están por la paz, están creando la guerra; si están por los más
débiles están creando los verdugos, si están en contra de los verdugos
están creando víctimas.
Para entender: Si alguien te dijese (una ficción) que el continuo
abrazar a alguien como dispuesto por la emoción de la situación creada
artificialmente durante esos melosos cursos emocionales llevarían por
consecuencia a absorber el karma de aquel que se abraza,
¿continuaríamos abrazándolo?
Mientras tanto, ustedes, el Ser Espiritual, la inmensa fuerza que
genera lo creado y lo más grande de lo que puedas imaginar, están
relegados al banal rol de punto fundamental de una balanza que sirve
para tener en pie el bien y el mal que alternativamente se deben
presentar a vuestros ojos.
Esto significa que cada vez que son "buenos"
ustedes están creando
incluso niños soldados en otra parte del mundo.
niño
soldado con ametralladora
foto
UNICEF
Aquel que tiene un carácter equilibrado es un
testigo de voluntad aplicada. Está en búsqueda de la justicia, contínua
y libremente; no son las sensaciones de culpa que compulsivamente lo
bloquean y lo inducen a hacer siempre las mismas buenas
acciones.
¿Alguna vez se preguntó quién le ha puesto en problemas? Aquel que ha
tratado de ayudar!
Si no ven a los otros como Dios no podrán ser Dios. Esta es una frase
que repito constantemente. Nosotros somos lo que observamos. Si creemos
que el mundo necesita ayuda, entonces incluso nosotros vamos a
necesitar ayuda. Si en cambio vemos a todos que ya hayan llegado,
entonces para nosotros todos serán Dios y nos veremos así. Así, el
mundo no se llenará de Don Quijotes que lo quieran salvar ni de cargas
positivas y negativas.
Entonces, ¿quién te ha puesto en problemas? Repito: aquel que has
tratado de ayudar, ya que quien de ayuda hiere de ayuda perece. La
verdadera ayuda es un acto de amor y no es nunca generado por un
impulso emocional. Pero esto, el amor, es un secreto tal y se ha vuelto
tan complejo para el hombre aberrado, que no es algo que se puede
transmitir aquí por escrito.
Este mundo no tiene necesidad de ser salvado, tan sólo de ser dejado en
paz. Esto no quiere decir que la situación no sea trágica, sino sólo
que, a manos que los individuos pasen hasta el otro lado de las
experiencias que hayan creado, no podrán darse cuenta en qué situación
se han metido.
Solo fuera de la oscuridad está la verdadera luz; si la verdadera luz
estuviera en la oscuridad no existiría la misma oscuridad que está
compuesta, como hemos dicho, de oscuridad y de
falsa luz. Esto no quiere decir que la situación del Ser humano no sea
desastrosa, sino, y, ciertamente, nos estamos avecinando a una
velocidad vertiginosa hacia la hora "X", donde un loco
criminal pulsará el botón de la bomba atómica y saltará todo
por el aire, pero esto es sólo una consecuencia. Los buenos, presa de
continuas sensaciones de culpa, identifican continuamente a alguien
para ayudar porque sin ayudar, ellos se sienten como muertos.
Como resultado de este ser Don Quijote vemos que todo aquel que está en
contra de ellos los etiquetan como irrespetuosos, otra manera de
bloquear a la gente: en realidad, la razón de todo esto es que, sin
identificar el mal, su emoción de "bien" no se puede nutrir: ellos
deben encontrar el mal en todas partes. Estas personas nunca han amado
de manera incondicional y decir incondicional es solo, dar un énfasis,
ya que el amor es siempre incondicional.
Espero que los buenos puedan realmente darse cuenta en qué problemas
están y a qué condiciones han llevado al mundo en que vivimos.
El dios omnipotente (que eres tú) no puede no ser aquello que es. Sin
embargo, puede olvidarse de serlo y la vida lo lleva cada vez más hacia
el reconocimiento de sí mismo.
El dios omnipotente es también indefinido, por lo que ningún adjetivo
puede serle atribuido: bueno, malo, bello, feo son adjetivos!
Si al despertar en una bella mañana un ser se ADJETIVA (se
define) bueno, está poniendo un límite al propio ser indefinido.
Dado que los límites existen sólo en lo fragmentado y por tanto en la
dualidad, esto es que la vida (que es ilimitada) para romper los
límites hace algo: aumenta la realidad del propio ser bueno divagando
en la realidad del mal; esto porque usted necesita del mal para
confirmar su estado de sentirse bueno. Cuando un Ser indefinido
desempeña un rol (que es definido), debe obtener su opuesto (obteniendo
algo más grande, ilimitado) para confirmar el rol en que se encuentra.
Y es así que los Seres transcurren millones de años en la prisión de la
mente donde los guardianes no son las barras o los carceleros, sino las
cargas de bondad o de maldad: una prisión de la mente.
Haz lo que sinceramente sientes de hacer o, no hacer lo que
sinceramente no sientes de hacer: esta es mi sugerencia para aquellos
que quieren vivir.
Espero mucho que todos puedan decidir de usarlo con los relativos
beneficios que lleva dentro. Pero a la base de todo está la decisión de
SER. ¿Qué significa esto? Qué si no seremos nosotros quienes decidamos
tomar esta decisión, entonces será la vida, tarde o temprano, que nos
permitirá hacerlo. Repito siempre que ESTAMOS CONDENADOS A SER FELICES;
TANTO MEJOR EMPEZAR AHORA. Si tú no te sintieras bueno no
tendrías "mal" ni "injusticia" a tu alrededor. El bien debe nutrirse a
sí mismo a través del mal.
Es sólo con el logro de la justicia que podemos obtener la paz.
Podremos tener justicia sólo cuando los hombres
decidan hacer lo que sinceramente
sienten y no porque están impulsados por sus
emociones de falsa compasión.
La siguiente sección se añadió el 17 de marzo 2007; es extracto del
texto EL MÉTODO FELDENKRAIS de Moshe Feldenkrais de las EDICIONES
RED, buena lectura.
El dicho
evangélico: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" constituye el núcleo de
todas las religiones. Esto ha dado óptimos servicios a la humanidad y
sigue siendo el principal objetivo de todas las personas orientadas al
espíritu humanitario. Pero el dicho también puede ser revertido. Las
mejores intenciones, si se aplican bajo la presión de una coacción,
producen resultados opuestos. Las poblaciones en las que la religión
fue impuesta coercitivamente fácilmente han cedido al fanatismo
acarreando, en determinados casos, graves daños, tanto en el pasado
como en el presente y anulando en tal modo el bien que deriva de la
ética religiosa. Nuestra educación está cargada de la idea de tener que
amar a los demás como a nosotros mismos, pero con demasiada frecuencia
este concepto viene inculcado con tanto absolutismo y rigidez
como para cancelar toda espontaneidad.
Muchos se vuelven "buenos" no porque hayan aprendido a vivir bien con
los demás, sino porque son incapaces de mover un dedo para afirmarse a
sí mismos.
No saben refutar nada de lo que se les pide y esto simplemente porque
tienen miedo de los demás. Su bondad, por tanto, es dictada por razones
extrañas e inmediatamente después ellos prueban un cierto resentimiento
debido a su propio comportamiento. Se sienten obligados a actuar (o no
actuar) en un determinado modo por el simple hecho de no ser capaces de
contradecir a nadie, incluso cuando esto sería justificable y sensato.
Una gentileza o una bondad de este tipo son el síntoma y el resultado
de una agresividad inhibida. La persona se identifica a tal punto con
los demás de estar seguro que también ellos probarían su misma ansiedad
en caso de que fueran contradecidos o si se opusieran a un rechazo,
manteniéndose relegados en una situación de aislamiento y alienación
similar a la que advierte. El prójimo naturalmente halla insoportable
tal actitud, por lo que la persona forzadamente buena tiene pocos
amigos de verdad, tal vez ninguno y se deja engatusar por situaciones
que le llenan la vida de constantes amarguras. Este tipo de bondad
lleva a un miembro de la sociedad, el individuo que se impone de ser
bueno, a un daño igual a aquel que la sociedad misma consideraría
criminal si se hubiese infringido al propio prójimo. El individuo que
quiere ser bueno a toda costa se trata a sí mismo como ningún ser
humano trataría ni siquiera a un perro.
Cuando decide de hacer o no hacer algo, aplica un rigor sádico, una
dureza extrema, que nunca sería capaz de usarla contra los otros por
miedo de perder el control de sí mismo (él teme, de hecho, más a sí
mismo que a las represalias de los otros). Por lo general, este
comportamiento se establece sobre cuestiones de menor importancia,
referente a la vida cotidiana y es aplicado automáticamente, sin pensar
demasiado. Si están en juego cuestiones más importantes, normalmente el
individuo se prepara y hace grandes esfuerzos para superar su propia
incapacidad, obteniendo un placer desproporcionado por el hecho de
poder estar a la altura de sus propósitos.
A veces este suceso se transfiere por algunos días al resto
de su actividad y el interesado queda eufórico hasta el próximo error,
que lo hace caer en una profunda depresión.
Incluso el más íntimo de los amigos no sabe explicarse estos cambios de
humor, desde el momento que no ha pasado nada fuera que justifique tal
euforia o tal depresión.
Esta descripción, tal vez demasiado vivaz, tiene el objetivo de
ilustrar el comportamiento de muchas personas inteligentes y educadas
que, debido a su timidez, modestia y su respeto excesivo por los
sentimientos de los demás (cualidad en sí mismos admirable, si no es
directamente en modo obligatorio), se excluyen solos de la categoría de
los que tienen derecho a ser tratados con respeto y cortesía. Ellos
sacan gran ventaja por el hecho de entender que el dicho "Ama a tu
prójimo como a ti mismo" no siempre significa que ellos sean peores que
el prójimo y que por lo tanto merezcan de ser tratados en consecuencia.
Arcangelo Miranda
--------------------------------------------------------------------------------
© copyright 2006 Arcangelo Miranda - la publicación se permite con la
obligación de incluir también un link activo